El 2020 fue un año récord en la emisión de bonos verdes en América Latina y Central, y se estima que las cifras del 2021 indiquen lo mismo, de acuerdo con el Climate Initiative Bonds. En Colombia, el sector de energía es el que recibe mayor financiamiento verde, y los distritos térmicos pueden beneficiarse de ello.
El financiamiento verde se refiere a inversiones financieras que además de incluir criterios económicos, también están orientadas a actividades o proyectos de desarrollo sostenible, productos ambientales y políticas que fomenten un impacto ambiental positivo.
En el Tercer Congreso Internacional de Distritos Térmicos, realizado en noviembre del año pasado, Isabelle Braly-Cartillier, Especialista en Finanzas Senior del Banco Interamericano de Desarrollo – BID- habló sobre las oportunidades de los distritos térmicos para la inversión y el financiamiento verde.
Braly-Cartillier explica que los bonos verdes, uno de los bonos temáticos del mercado, se destinan exclusivamente al financiamiento de proyectos con un beneficio ambiental evidente, como proyectos de energía renovable, conservación de la biodiversidad, construcción ecológica, entre otros.
Para Colombia y América Latina en general, una de las regiones más susceptibles a los impactos del cambio climático, el potencial para atraer inversión y financiamiento verde es enorme. De hecho, cifras de Green Finance for Latin America and the Caribbean, indican que la emisión de bonos verdes en la región creció de 13.600 millones de dólares a 30.200 millones entre 2019 y 2021.
El país ha avanzado en la promoción e impulso del financiamiento verde, y en ese sentido la Superintendencia Financiera publicó en 2020 una guía y Reglamento de Mejores prácticas de bonos verdes. Adicionalmente, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, el DNP, el DANE, la Superintendencia Financiera, y el Ministerio de Hacienda y Crédito Público crearon la Mesa de Taxonomía Verde, que se lanzará oficialmente este año, y busca apoyar el desarrollo del mercado de bonos verdes en el mercado de capitales del país.
De estos esfuerzos, y contexto nacional y regional, se puede beneficiar la implementación de los distritos térmicos que, por su infraestructura, impacto e innovación, aplican para recibir este tipo de créditos.
Los distritos térmicos reducen las emisiones de Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono (SAO) y de CO2 a la atmósfera, aumentan la eficiencia energética y promueven el uso de energías renovables, además de responder a políticas, globales, nacionales y locales de medio ambiente y sostenibilidad.
Así, los distritos térmicos pueden alinearse bajo los parámetros del financiamiento verde que prioriza los proyectos que responden a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y las metas del Acuerdo de Cambio Climático de París, entre otras grandes metas ambientales.
