Eficiencia energética en edificaciones para el desarrollo urbano sostenible

En América Latina los edificios residenciales son responsables de la mayor parte del consumo energético total. Acá, la energía se utiliza para diferentes aplicaciones como la climatización, el calentamiento del agua y para cocinar. Por otro lado, las edificaciones son responsables de una cantidad importante de emisiones de CO2 y sustancias agotadoras de la capa de ozono, por lo cual, hablar de eficiencia energética en las construcciones es fundamental para mitigar el cambio climático y sus impactos.

De acuerdo con cifras de la Agencia Internacional de Energía (IEA), las edificaciones consumen más del 30% de la demanda de energía final en todo el mundo. Según ellos, para 2050, América Latina y América Central serán responsables de casi el 6% del uso mundial de energía en edificaciones, es decir un 40% más de lo que se consume actualmente.

En ese sentido, para las ciudades, incluir políticas de eficiencia energética dentro de sus planes de desarrollo y de ordenamiento territorial es clave para avanzar hacia un desarrollo urbano sostenible, que considere el cuidado al ambiente como elemento central.

En Colombia existe, desde el 2015, la resolución 549 del Ministerio de Vivienda, mediante el cual se dan los lineamientos para la construcción sostenible a través de una guía para el ahorro de agua y energía en las edificaciones. Esta normativa ha sido un paso significativo hacia el desarrollo sostenible en las ciudades, pues fue el primer compromiso político encaminado a lograr un desarrollo bajo en carbono desde la construcción, y el cual ha impulsado a diferentes ciudades del país a adoptar normas que consideren la eficiencia energética dentro de la construcción de edificaciones.

En Bogotá, por ejemplo, se ha venido implementando el Programa Acelerador de Eficiencia Energética en Edificaciones, el cual busca lograr un ahorro del 20% en energía y 30% en agua en todas las edificaciones construidas a partir del 2018.

Así mismo, se encuentran propuestas desde la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), que buscan incentivar la construcción sostenible. Algunas de estas son la actualización de códigos de construcción y reglamentos técnicos, el diseño de incentivos tributarios para quienes apliquen la eficiencia energética en los edificios, la generación de proyectos demostrativos de lo que se puede realizar en esta materia en el país y el impulso a los Distritos Térmicos.

Es de destacar que el aporte de los distritos térmicos a la eficiencia energética en las construcciones es significativo. Según el Programa Ambiental de Naciones Unidas, los distritos térmicos pueden brindar ahorros entre el 30 y el 50% en el consumo de energía, e igualmente disminuyen las emisiones de sustancias agotadoras de la capa de ozono, contribuyendo así a las medidas de mitigación de cambio climático, las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la economía circular.

Es por esto, que pensar en la aplicación de herramientas que aumenten la eficiencia energética en las edificaciones es integrarse a las estrategias nacionales que apuntan a garantizar la provisión de servicios de energía confiables, mitigando el impacto ambiental que viene con la creciente demanda de servicios energéticos, y respondiendo también a otras necesidades como la salud, la seguridad de las edificaciones y el mejoramiento de la calidad de aire en las ciudades.