De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía (IEA por sus siglas en inglés), para el 2050 el consumo de energía mundial va a haber aumentado en un 50%. Igualmente, para ese mismo año, la demanda de aire acondicionado aumentará en un 350%. La expansión urbana junto con el aumento de la población que vive en estos centros urbanos, el crecimiento económico y los impactos del cambio climático son algunas de las razones. Es decir, que la necesidad de migrar a sistemas de generación de energía alternativos, sostenibles, rentables y que respondan a los contextos actuales y proyecciones futuras, será cada vez más latente.
Para esto, se viene consolidando en Colombia la implementación de los distritos térmicos como una alternativa de generación de energía térmica para el funcionamiento de sistemas de climatización, que responde a esa creciente demanda, y además ofrece beneficios ambientales, energéticos y financieros.
Los distritos térmicos son una alternativa de producción de energía con bajo impacto ambiental pues pueden utilizar diferentes fuentes de energía renovable o residual, eliminan el uso de sustancias agotadoras de la capa de ozono en los sistemas de climatización y disminuyen la emisión de gases contaminantes. Pero adicionalmente, tienen un modelo de negocio rentable y novedoso para el sector energético.
Para comenzar, funcionan como una economía de escala, pues si bien el costo de inversión para la instalación y distribución es alto, los costos de operación y mantenimiento son bajos, como también lo es el costo de la generación de energía ya que, como se mencionó anteriormente, se genera de manera eficiente y utilizando energías sostenibles y/o gratuitas. Es decir que se crea una competitividad del costo de la energía final, pues una vez en funcionamiento, los distritos térmicos requieren de una baja capacidad instalada en contraposición a una demanda de energía alta y constante.
Por otro lado, en Colombia, donde las condiciones climáticas son relativamente estables al no contar con estaciones marcadas, la demanda y el consumo de energía es constante durante todo el año. Sumado a esto, se estima que el 80% de las ciudades requieren del uso de sistemas de climatización en sus edificaciones, y que el 8% del consumo de energía nacional se destina a la climatización en ciudades, lo que significa que es un servicio cada vez más requerido y necesario.
Finalmente, los distritos térmicos hacen parte de proyectos que pueden desarrollarse con fuentes no convencionales de energía y hacer uso de una gestión eficiente de energía, y por lo tanto gozan de incentivos tributarios incluidos en la Ley 1715 de 2014 que tiene por objeto promover el desarrollo y la utilización de las fuentes no convencionales de energía, principalmente aquellas de carácter renovable. Dentro de los principales incentivos tributarios se encuentran: el descuento o deducción de renta, exclusión de IVA, exención de aranceles y depreciación acelerada.
Las industrias, el sector público y las organizaciones internacionales, estamos llamados a responder a los retos actuales de cambio climático, pandemia, desaceleración económica, entre otros, y por lo tanto, encontrar soluciones inteligentes, rentables y sostenibles es fundamental en este propósito. La implementación de distritos térmicos aporta a un desarrollo urbano sostenible, a la creación de empleos que requieran diferentes habilidades, y a consolidar y dinamizar el mercado de soluciones energéticas.
