¿Cuál es el aporte de los distritos térmicos para la transformación de la matriz energética en Colombia?

De acuerdo con cifras del Ministerio de Minas y Energía, en el 2017 Colombia tenía alrededor del 0,2% de energías renovables no convencionales en la matriz energética. Para 2022, la expectativa es superar el 16%, y llegar al 20% en 2023. Los distritos térmicos pueden aportar a esta transformación de manera eficiente e innovadora.

En Colombia, contamos con una de las matrices energéticas más limpias de la región. Según la Asociación Colombiana de Energía Eléctrica es la sexta más limpia del mundo, siendo las centrales hidroeléctricas las principales fuentes de energía del país. Sin embargo, y por esa misma razón, existe la necesidad de diversificar esa matriz para utilizar otros recursos -renovables y no renovables-, que se puedan aplicar en sectores como el de transporte e industria; importantes consumidores de energía del país.

Así mismo, existe la necesidad de rápidamente empezar a integrar en la demanda energética mecanismos que permitan caminar hacia la descarbonización y usos inteligentes de recursos energéticos más sostenibles que reduzcan la emisión de Gases de Efecto Invernadero.

Acá, los distritos térmicos son una alternativa aplicable a diferentes sectores como el industrial, el comercial, el residencial y el público. Por un lado permiten prestar un servicio a usuarios finales que demandan energéticos como la climatización, y también permiten que esa generación de servicios energéticos se realice de forma innovadora, e integrando fuentes de energía renovables y residuales que indudablemente aportan a la descarbonización del país.

Ese ha sido el caso de distritos térmicos como el de La Alpujarra en Medellín, que ha generado el ahorro de energía de sus usuarios entre el 15 y el 20%, evitado en un 100% el uso de Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono y disminuido en un 30% las emisiones de CO2 a la atmósfera.

Actualmente, en el país hay cuatro distritos térmicos en operación, y cuatro más en desarrollo, que van a responder a las necesidades de diversos sectores como el residencial, el comercial, de hotelería y turismo, el industrial, entre otros. Cada uno tendrá impactos significativos en el consumo y generación de servicios energéticos de los usuarios, y también en el cumplimiento de los compromisos locales y nacionales, como el Protocolo de Montreal, la COP21 y la meta 2030 de la reducción de emisiones de CO2 planteada este año.

Los distritos térmicos son una oportunidad para repensar y migrar hacia el desarrollo de ciudades más sostenibles, desde donde se transforme la matriz energética y se proyecten iniciativas que sirvan para responder a los desafíos del cambio climático. Impulsar su implementación debe ser un trabajo conjunto de todos los sectores.